El Sur está lejos cuando se es como Serge, profesor en una facultad de París. El Sur, cuando una lo quiere dejar todo plantado como Carol, no se sabe muy bien dónde está, pero se desea llegar a él por todos los medios.
¿Por qué Serge sigue las huellas de Carol? ¿Qué fuerza le induce a seguirla, cuando no tienen nada en común?
En la estación, Serge se siente observado, y se vuelve: Carol está ahí, con la mirada clavada en él . Más allá del deseo que le inspira aquel rostro presiente la infancia y los sueños, todo aquello que la vida le ha enseñado a olvidar. Para Carol, Serge es, ante todo, el medio de escapar del chantaje del que es víctima.
Su primera etapa hacia el sur es Barcelona. El encuentro de París se transforma en una pasión que los consume y los encadena.
Pero ¿por qué Max, (Guy Marchand) que tiene toda la pinta de un chulo, se reune con ellos en la capital catalana, haciéndose pasar por su hermano? ¿Cómo es que Helene, ( Jeanne Moreau) dulce y atractiva, se presenta diciendo ser la madre de Carol mientras que en realidad es su tía y se comporta como una maestra de segunda categoría? ¿Qué quiere Rognon , aquel viejo canalla borrachín y simpático, con sus regateos?
Serge, metido en el rarísimo engranaje de esta aventura se niega a hacer preguntas, ya que teme las respuestas. Su itinerario es todo lo contrario del de Carol . El está sujeto, comprometido y culto. Ella es libre, independiente e inculta. Junto a ella, él se va a derrumbar completamente. Hasta tal punto que será preciso que vuelva a nacer, pero, esta vez dejando una mayor parte a la infancia, al sueño y a la imaginación. El pequeño universitario que escoge deliberadamente convertirse en un aventurero.
En cuanto a Carol, ¿es su libertad tan solo algo fingido? Junto a él, la muchacha comprende que está arrebatando su vida y su aparente espontaneidad esconde toda una red de compromisos. Quiere salir de ello y Serge, ahora fuerte y poco escrupuloso podrá ayudarla.